La sangre de marzo

Hoy, primero de marzo del año 2022. Sexto día de guerra: los tanques rusos se empecinan en asaltar Kiev. El mundo se sacude ante un conflicto que se apodera del escenario geopolítico global. El dictador Putin invade territorio ucraniano. Perpetra violentamente un cuerpo social, costumbres y cultura. Su apetito económico se lleva puesto vidas humanas, edificios civiles e innumerables pérdidas. 

Esta misma mañana, el barrio de Palermo amanece sombrío. Un grupo de jóvenes masculinos se organiza para satisfacer su goce sexual a merced de la tortura de una mujer. Hombres que invaden el territorio de un cuerpo. Cruento asalto pactado que se funda en el dolor. Otra vida que sufre el placer de otros. Otra vez una mujer, victima del putrefacto patron cis-hetero-masculino. 

Hoy amaneció de sangre. La destrucción de un cuerpo social y un cuerpo anatómico son causa de la voracidad deseante de hombres miserables. ¿Bajo qué códigos sociales se resguarda la vida? ¿Qué pedagogías habilitan afectos constructivos en favor de vínculos sensibles, amorosos y respetuosos? ¿Cómo desplazar la racionalidad violenta de toda relación institucional, personal y sexo afectiva? 

Hoy, primero de marzo del año 2022, el dolor y las preguntas son plegarias de prácticas urgentes.