Plano de inmanencia en donde se articulan y coordinan intensidades diversas. Contra los principios y los fines, contra lo rígido, la verticalidad y las jerarquías. Contra la escisión entre yo (Danilo), las músicas, las palabras y las máquinas. Aquí todo se confunde en una interrelación caótica. Interrelaciones penosas y confusas, a veces bellas, pero siempre liberadoras. Madrugadas que son paréntesis de la rutina, tesoros de experiencias. Rizoma, laboratorio sonoro, nace como respuesta instintiva a los primeros días del confinamiento marcado por la pandemia. Allí donde todo se encerraba, se oscurecía y se humedecia, me permití disolverme entre impulsos, máquinas, hojas de libros, sonidos e instrumentos. Para librarme de mi y devenir en música.
Rizoma
